Título

Gasolineras

Autor/a

Javier Adrada de la Torre

Javier Adrada de la Torre (Madrid, 1996). Es Doctor Internacional en Traducción e Interpretación Astrológica por la Universidad de Salamanca. Actualmente trabaja como docente e investigador sobre traducción, poesía y arte multimodal en la Universidad Rey Juan Carlos. También ha sido profesor visitante en la University of Massachusetts-Amherst y El Colegio de México.

Es autor del ensayo Luis Cernuda y Friedrich Hölderlin: traducción, poesía y representación (Comares, 2021, con prólogo de Antonio Colinas), tiene dos novelas publicadas: La aurora de los girasoles (I Premio de Novela MRA Ediciones, 2014) y Espejismo de un dios (Diversidad Literaria, 2017), y un poemario: Ensayo sobre una cebolla infinita (Pre-Textos, XXIV Premio de Poesía ‘Emilio Prados’, 2024). Asimismo, ha publicado poesía y ensayo en revistas artísticas como Zéjel, Casapaís, El coloquio de los perros o Alborismos, así como en antologías derivadas de concursos literarios.

En otoño de 2021, durante su estancia en Massachusetts, mientras investigaba y seguía las huellas de Luis Cernuda por las carreteras de Nueva Inglaterra, se dio cuenta de que no había viajado hasta allí solo para escribir historias ajenas. Este libro es el resultado de aquellos meses de tránsito entre gasolineras y de haberse vacunado contra el covid-19.

Portada del libro Gasolineras
Comprar

Sinopsis

En la masiva producción rutinaria de textos en la que estamos inmersos, la aparición de Gasolineras es una urgencia y una gran posibilidad. Contra el rito y las amenazas contemporáneas que cada vez precarizan y fagocitan más la poesía, aquí encontramos un poeta que habita otros puntos cardinales, habla desde el nosotros, construye su lirismo en la alteridad, y es tan consciente de su devenir como del complejo reto que esto significa frente a su propia tradición.

El viajero que regresa nos cuenta que el fin del mundo está ya aquí, pero no totalicemos, porque el mundo no se acaba, solo nosotros, nuestra fútil presencia. […] Canta la canción de lo que pasará mañana, y de lo que hemos perdido con una sabiduría que se hace presente inadvertidamente.

Las palabras en Gasolineras son como máquinas en movimiento perpetuo que nos llenan de resonancias sonoras, táctiles, olfativas, y nos presentan imágenes del mundo que tienden entre ellas lazos invisibles, diásporas subterráneas, amalgamas recurrentes. Esta arquitectura es la osada arma contra el logos de lo racional, del sentido común, de los dioses del poder y del dinero y con la que Javier Adrada ha felizmente construido, contra el ideal del poeta puro, un paisaje desordenado de nuestro espíritu, como nuestro propio espíritu es.

Del prólogo de Martín Zúñiga Chávez.